En forma indiscutida
Por Tito Norte, Premio Nacional de Periodismo Deportivo.
No puede negarse que por varios momentos, las expectativas estuvieron en duda. Más a la larga y como ha acontecido en el último tiempo, el tenis volvió a proporcionar una alegría a nuestro quehacer competitivo y al país en general. Y es que desde hace algún tiempo el deporte de la raqueta se ha encargado de entregar alegrías de diversa índole que lo han convertido en una especialidad señera en nuestro medio.
En los días previos el tenis nacional se vislumbraba como el gran favorito para sumarse a los 16 finalistas de Copa Davis que buscarán en el todavía distante septiembre clasificar en la fase de grupos a los ocho finalistas de Málaga. Un tramo que obviamente será duro para escalar a los top universales. Italia y Australia que fueron finalistas el año pasado ya tenían su plaza asegurada al igual que España y Gran Bretaña en su condición de invitados. El cedazo previo lo habían salvado los sudamericanos Argentina y Brasil y por otros continentes Alemania. Bélgica, Canadá , Eslovaquia, Estados Unidos, Francia, Países Bajos y República Checa. Un más que selecto grupo al que por tercera vez en cinco años se sumaron nuestros representantes. Una verdadera distinción que refleja la jerarquía de nuestras raquetas que no en vano tienen a cuatro de sus mejores exponentes dentro del primer centenar del ránking de la ATP.
Lo avanzado no puede hacer olvidar las zozobras sufridas ante los peruanos en casa propia. Porque con la actuación sobresaliente del joven Ignacio Buse, las visitas crecieron y hasta fueron más allá de insinuar una espectacular victoria como visitante. Y a no ser por el respaldo de público y la reacción vibrante y espectacular de Alejandro Tabilo en el punto decisivo, este comentario habría tenido otro tono…
Es el mérito del grupo que lidera en su estilo Nicolás Massú. En la adversidad supo crecer y sacar una victoria que más allá de su valor propio tenía la trascendencia de la clasificación a las finales de Copa Davis. Una positiva respuesta más de nuestro tenis a las exigencias internacionales. Por eso, es innegable que sus merecimientos en los últimos años le sitúan al frente de un imaginario escalafón con todas nuestras especialidades. Un reconocimiento que es indiscutido. Es mérito propio no solo del grupo que en cancha obtiene los resultados necesarios sino también de quienes están al frente de su dirección.