Respuesta al trabajo

Por Tito Norte, Premio Nacional de Periodismo Deportivo.

Solo respondió al favoritismo. Universidad de Concepción hizo historia en la Liga Nacional 1 de nuestro básquetbol al sumar tres estrellas consecutivas. Y lo alcanzó con la tranquilidad que se aguardaba. Si bien en la temporada regular las campañas con Colegio Los Leones fueron similares, ya en los play off finales se notó la diferencia que quedó reflejada en su cómoda ventaja de 4 a 1.

Mérito indiscutible de la entidad penquista, identificada con el quehacer cesteril por décadas y ahora consolidada como institución señera en el quehacer de una competición profesional. La legendaria Casa del Deporte es el cimiento desde antaño para el trabajo de sus formaciones y resulta grato comprobar que la fidelidad de sus adeptos se hace presente en las tribunas con sostenida y entusiasta concurrencia.

El resto lo hace su impecable gestión directiva desde hace algunos años con metas claras en sus expectativas con la consolidación de un plantel bien estructurado y la conducción técnica de Cipriano Núñez, atinada y perspicaz en el manejo de los partidos como respuesta al trabajo preparatorio en el gimnasio.

El acierto en el aporte foráneo de sus defensores se advirtió clave en las jornadas decisivas para establecer la diferencia insinuada. El complemento nacional, prospectos en su mayoría, respondió a las exigencias junto a la generosa madurez de Evandro Arteaga, quien con su eficiente despliegue confirmó que ha sido y es valor estelar de nuestro medio en las últimas dos décadas con respuestas lucidas cada vez que asumió decisivas responsabilidades con pleno éxito.

Todo este bagaje permite insinuar que Universidad de Concepción está en situación de llegar al plano internacional con la certeza de no desentonar, lo que es bastante exigencia para una formación de nuestro medio. Ya ha tenido algunos aprontes en esta misma temporada que confirman mejores perspectivas. Es una tarea por asumir que le haría mucho bien a nuestro básquetbol y que se constituiría en un incentivo para que en la propia Liga Nacional sigan su ejemplo. La receta la han exhibido los universitarios penquistas. Lamentablemente, no está al alcance de todos.