Una tarea adicional
Por Tito Norte, Premio Nacional de Periodismo Deportivo.
Y ya estamos en plena segunda mitad de 2023. Las distancias se abrevian con respecto a Santiago 2023 y algunos papeles cambian. Es innegable que, aún con todos sus avatares, la preocupación principal ya no son los escenarios para las diferentes competiciones. Nuevas construcciones, remodelaciones y los infaltables arreglos figuran en el rubro de lo ejecutado o ad portas de ello con plazos prudentes. Lo han asumido autoridades confiables. De manera que la mirada ahora, y por fin, tendrá que radicarse en la difusión de los deportes, en la trascendencia generosa del principal compromiso que ha afrontado nuestro país en su historia deportiva.
No somos los primeros en advertir la carencia de información sobre diversas especialidades. Nadie puede negar que sobre atletismo, básquetbol, fútbol y tenis, por ejemplo, el conocimiento popular está arraigado en nuestra afición. Son actividades que cuentan con mayores espacios en los medios aun cuando la prevalencia del fútbol es notoria. Se ha reiterado estos días sin torneos oficiales pero de igual cobertura generosa.
Se torna necesario, creo, que muchas otras especialidades que están en el programa de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos emerjan con voces propias en aportar datos sobre su historia y sus expectativas pues figuran en situación de entregar una cuota significativa de medallas para hacer crecer las expectativas de superar globalmente los recientes cometidos nacionales aprovechando su condición de dueños de casa. Es innegable que cuentan con bases sólidas y seguidores incondicionales, pero es importante que aprovechen la oportunidad para sumar nuevas huestes en diferentes planos a sus filas. Un rol adicional que requiere de urgente gestión. Y a lo mejor de una planificación de perspectiva colectiva.
Son compromisos que no figuran en programa alguno, pero que es más que oportuno tener en cuenta porque a la larga figurarán en el balance de Santiago 2023.