Ejemplo de tenacidad

Por Tito Norte, Premio Nacional de Periodismo Deportivo.

Una lástima lo acontecido con el deportista nacional Sammis Reyes.

A la distancia solo nos enteramos de su fundamentada decisión. Deja el deporte que buscó con ansias apelando al consejo popular que todos recibimos más de alguna vez: La salud está primero. Lamentando una conmoción cerebral, optó por enfrentar la realidad con serena visión. Y así la ilusión de ser el primer jugador chileno en las grandes ligas del fútbol americano quedó solamente en eso. Sin embargo, nadie le podrá reprochar su actitud. Porque la verdad emerge clara. Primero la salud y a su edad, con una familia recién constituida, su elección solo merece reconocimiento.

Una lástima porque en el repaso de su breve trayectoria se advierte que es un muchacho esforzado. Por su estatura, superior a los dos metros, optó desde niño por el básquetbol y fue escalando posiciones hasta que llegó a la selección nacional. Indudable que mucho influyó el porte, clave ante los cestos, pero importante fue su esfuerzo que alcanzó mayor notoriedad cuando quiso ampliar su destino buscando proyectarse en rectángulos estadounidenses. Aventuró a una edad en que muchos de nuestros jóvenes siguen viviendo en sus hogares. Más, su familia le respaldó en su perspectiva y el resto lo hizo su tenacidad y la fe en sus medios.

Lo remarcable es que al no conseguir con rapidez los objetivos que se había planteado no trepidó en optar por nuevos horizontes. Así llegó al fútbol americano del que en nuestro medio poco se conoce y menos se practica en edad escolar o juvenil. Trabajó intensamente en desarrollar su físico y en aprender la nueva especialidad. Paulatinamente, fue avanzando hasta llegar este año a un contrato con la expectativa concreta de convertirse en titular de un club oficial. Y ahí acusó el nuevo tropiezo. Conmoción cerebral. Con la madurez recogida en tanto avatar vivido, su serena decisión fue rápida. No más fútbol americano.  Aunque eso signifique empezar de nuevo…

Pero Sammis Reyes ya ha demostrado que posee temple para salvar obstáculos difíciles y salir adelante. Por eso, solo cabe desearle que su dolencia no revista mayor trascendencia y que encuentre en plazos breves la solución a este nuevo problema. Uno más, es cierto, pero para Sammis no es imposible de solucionar.