Esperando Santiago 2023
Por Tito Norte, Premio Nacional de Periodismo Deportivo.
Y esta vez serán realidad.
El deporte chileno se apresta a recibir los Juegos Panamericanos 2023 tras varios aprontes fracasados. A ellos ahora se suman los Parapanamericanos que en las primeras postulaciones no estaban ni siquiera en carpeta. Como todo magno evento, su materialización no ha sido fácil. Las exigencias son apreciables en cuanto a inversiones en escenarios, acomodaciones e instalaciones, además de lo que significa el plano competitivo para todo local. No obstante, a seis meses de su comienzo, la frase inicial de estas líneas está plenamente vigente.
No hay dudas de que en nuestro historial deportivo faltaba un acontecimiento de estas dimensiones. Dos Juegos Sudamericanos sumados a una cantidad crecida de citas subcontinentales de todos los deportes, al Mundial de Fútbol de 1962, de Básquetbol masculino y femenino, Esquí, Pentatlón, Atletismo y Fútbol juvenil y a los Hispanoamericanos de Atletismo acreditan que Chile ha sido buen organizador y ha salvado esas responsabilidades asumidas muchas veces sin tener nada y con la promesa de tenerlo todo siempre cumplida.
Faltaba consumar la expectativa de estos Juegos que ya tienen casi tres cuartos de siglo de vida. Y Chile había postulado para 1959, retirando su candidatura ante el compromiso de Cleveland que al final desistió, obligando a Chicago a afrontar la misión. Luego para 1975, por temor a un boicot político, si bien se dijo otra cosa y, la más cercana, en 1987, por razones económicas. Vacilaciones que hicieron perder la confianza internacional por largo tiempo hasta que se obtuvo el visto bueno para 2023.
A poco más de 160 días, Santiago y las subsedes aguardan a más de ocho mil deportistas de 41 países que competirán en 39 especialidades, además de cientos de turistas.
En buena hora.